La reina de la moneda
Nació
en 1508. Hija de un príncipe lituano, Vasili Lvóvich Glinsky y de una princesa serbia Ana Jaksic. Los
Glinski eran descendientes de la realeza de la Horda de oro y llegaron a Moscú
el mismo año en el que Elena nació. Su
familia pidió asilo a Vasili III, ya que en Polonia tenían un conflicto con el
soberano de Polonia. Su
familia fue introduciéndose en la alta sociedad Rusa.
Elena
pasó una infancia feliz, y disfrutaba de una libertad que en aquella época era
muy inusual para las mujeres rusas. Al
igual que los niños varones de su edad, Elena recibió una esmerada educación;
aprendió idiomas y siempre mostró mucho interés por grandes personajes
femeninos de la historia, como Cleopatra y la Emperatriz Teodora.
Pasados
unos años, el soberano ruso estaba sumido en una profunda tristeza ya que le
faltaba un heredero; su esposa, Salomonia, no le pudo dar ningún heredero y los
dos hermanos de Vasili esperaban
su muerte para hacerse con el poder.
El
soberano sorprendió repudiando a su esposa y anunciando que se casaba con
Elena, ya convertida en una joven atractiva e inteligente, y aunque era 30 años
más joven, el soberano no hizo caso a las críticas del clero y la alta nobleza,
contrarias al matrimonio con Elena. Fue
un matrimonio atípico. Se convirtieron en inseparables y Elena no se recluyó en
las apuestas de las damas; al contrario, se convirtió en la asesora política de
su marido, al que este tenía más en cuenta que a sus propias consejeras. Por
fin, el 25 de agosto de 1530 tuvieron a su heredero Iván. Tres
años después, Vasili III muere, nombrando a su hijo legitimo heredero pero sin
nombrar regente hasta que el niño fuera mayor de edad. Elena (por aquel
entonces tenia solo 25 años) tuvo que enfrentarse a sus cuñados, ansiosos de
poder, y a los que Elena consiguió apartar del poder.
Tuvo
una gran ayuda en un servidor muy fiel a su marido, Ovchina-Obolenski, que
tenía gran poder dentro del ejército, aunque las habladurías decían que había
sido el amante de Elena y que su hijo era suyo.
Los
dos cuñados fueron asesinados y entonces Elena comenzó una época de grandes
reformas: destaca la construcción de la Gran Muralla Kitai-Gorod, la mejora de
los servicios postales. También
fue la responsable del sistema monetario actual Ruso; la unificación monetaria,
creando el Kopek y anulando los múltiplos sistemas de pago que existían.
En
aquellos tiempos Rusia vivía un momento de esplendor; su heredero creció y eran
una familia feliz; pero el 3 de abril de 1538 Elena muere repentinamente (aún
no había cumplido los 30 años); esto dejo conmocionado a su hijo, a Rusia y a
su amante sumidos en una gran tristeza. Cuando
a finales del siglo XX se exhumó el cuerpo de Elena, se confirmó, tras los
análisis de su cabello, que había sido envenenada.
Los
enemigos de su madre encerraron entonces a su consejero más fiel,
Ovchina-Obolenski y lo dejaron morir. Todo
esto sumió al reino en un caos, con luchas entre las diferentes facciones. Iván,
el heredero quedó relegado en el palacio, sin apoyos y olvidado por todos. Pensaron
que moriría pronto pero sobrevivió y escribiría uno de los capítulos más
sangrientos de la historia de Rusia, se le conocería por Iván IV de Rusia “el
Terrible”.
Las
reformas hechas por Elena contribuyeron a mejorar la economía del país,
facilitar y acelerar el comercio; disminuyó la escasez de alimentos y los
comerciantes se enriquecían e invertían en nuevos proyectos, lo
que elevó la economía del país.
Andrea y Marcela (2º F)
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