martes, 19 de febrero de 2019

Leonor de Aquitania


Leonor de Aquitania fue una noble medieval francesa miembro de la casa Poitiers, desde 1137 por derecho propio duquesa de Aquitania y Guyena y condesa de Gascuña, y que por matrimonio llegaría a ser reina consorte de Francia (1137-1152) y luego reina consorte de Inglaterra (1154-1189).

Nació en 1122 en Occitania, Francia, y falleció el uno de abril de 1204 en Poitiers, Francia. Sus padres fueron Guillermo X de Poitiers y Leonor de Châtellerault, Tuvo diez hijos: María de Francia, Alix de Francia, Guillermo (conde de Poitiers), Enrique el joven, Matilde Plantagenet, Ricardo I de Inglaterra, Godofredo II de Bretaña, Leonor Plantagenet, Juana de Inglaterra (reina de Sicilia) y Juan I de Inglaterra.

PRIMEROS AÑOS
Leonor fue la mayor de los tres vástagos habidos en el matrimonio entre Guillermo X, duque de Aquitania y de Leonor de Châtellerault.

En 1130 murió su único hermano, Guillermo, lo que la convirtió en la heredera de su padre.​ El 9 de abril de 1137, Guillermo X falleció en una peregrinación a Santiago de Compostela y Leonor tomó posesión del inmenso ducado de Aquitania, que se extendía desde el Loira hasta los Pirineos y era mayor que los dominios directos del rey de Francia.

REINA DE FRANCIA
En Burdeos, el 4 de julio de 1137, contrajo matrimonio a los 16 años de edad con Luis VII de Francia, futuro rey de Francia, un año mayor que ella. Ese mismo año, ambos ascendieron al trono francés tras la muerte del rey Luis VI. Ocho años más tarde, en 1145, nació su primera hija, María, futura condesa de Champaña.

Las tensiones entre la pareja empezaron muy pronto, cuando la reina apoyó el matrimonio ilegítimo de su hermana Petronila con el conde Raúl I de Vermandois, mientras que el rey enviaba a su hermano Roberto a invadir Vermandois en castigo por la bigamia del conde. Además, su comportamiento emancipado y liberal fue duramente criticado por la curia eclesiástica —especialmente por Bernardo de Claraval y el abad Suger— y, al parecer, por su propia suegra, Adelaida de Saboya. Sin embargo, nada de esto le importó al soberano francés, que estaba locamente enamorado de su esposa.

SEGUNDA CRUZADA
En 1147, los jóvenes esposos marcharon a la Segunda Cruzada, movidos por la predicación de Bernardo de Claraval. El rey no permitió de buen grado que Leonor lo acompañara, pero ella, en su calidad de duquesa de Aquitania —y, por tanto, la mayor feudataria de Francia—, insistió en partir como los demás señores feudales.

Durante su estancia en Antioquía, la relación de la reina con su tío Raimundo de Poitiers, príncipe de la ciudad, dio lugar a toda clase de murmuraciones, que provocaron el distanciamiento en la pareja real. Luis obligó a su mujer a volver con él a la fuerza, aunque lo hicieron separadamente. En su camino a Francia, se detuvieron en Roma, donde el papa trató de reconciliar al matrimonio —el resultado de la gestión papal fue su segunda hija, Adelaida, futura condesa de Blois, nacida en 1151—; sin embargo, la relación estaba irremediablemente dañada. El 21 de marzo de 1152 los reyes consiguieron la anulación de su boda, basándose en el parentesco entre ambos. El precio que puso Leonor a esta separación fue la conservación de sus dominios.

REINA DE INGLATERRA
El 18 de mayo de 1152 Leonor contrajo matrimonio, en la Catedral de San Andrés de Burdeos, con quien pronto sería Enrique II de Inglaterra. Unía así sus vastos dominios en Francia a los que ya poseía el heredero al trono inglés (dueño de Anjou, Maine y Normandía, además del Reino de Inglaterra y Gales). De este modo, se formó el llamado Imperio angevino, en el cual los reyes de Inglaterra, aun siendo vasallos del rey de Francia, controlaban un territorio ocho veces superior al dominado por Luis VII. De este matrimonio nacieron ocho hijos, cinco varones y tres mujeres. En su corte, establecida principalmente en Poitiers, tuvo gran auge la lírica caballeresca y trovadoresca, y Leonor fue mecenas de numerosos trovadores.

La existencia de una amante de Enrique II provocó el enfrentamiento entre Leonor y Enrique, y a partir de 1173 Leonor promovió la rebelión de tres hijos del rey contra su padre. Tras reprimir la rebelión, el rey encarceló a Leonor, primero en Chinon y luego en Salisbury, donde permaneció bajo arresto hasta la muerte de su esposo, en 1189.

Enya, David, Pelayo P. y Christofer (2º F)

domingo, 17 de febrero de 2019

Chiyome Mochizuki


Chiyome Mochizuki, también conocida como Lady Chiyome tras la muerte de su marido Mochizuki Moritoki, el 10 de septiembre de 1561, y tras morir los dos siguientes señores de Mochizuki. Fue cuando Takeda Shingen recurrió a los servicios de Lady Chiyome para una importante misión: la de reclutar mujeres como asesinas o espías, debido a que Chiyome Mochizuki tenía contactos con los clanes ninja de la zona de Koga e Iga, como Maeda Ryu, Kurokawa Ryu, Akutagawa Ryu, Ban Ryu, Taira Ryu, Negoro Ryu.

Este nuevo cuerpo de mujeres guerreras recibió los nombres de Kunoichi, Suke Ban, Onashinobi, entre otros.

Chiyome Mochizuki empezó una operación en el pueblo de Nazu, en la provincia de Shinano, donde Lady Chiyome empezó a reclutar mujeres con una mala vida (las sukeban): fugadas de sus casas, prostitutas, o fuera de la ley (yakuzas), las pobres y huérfanas eran sus principales elecciones.

Al hacer eso, la gente consideraba que ella estaba haciendo un trabajo caritativo dando a estas mujeres una oportunidad de una nueva vida, pero no tenían conocimiento de que en realidad estaban siendo entrenadas como asesinas. Si una de las chicas se ponía rebelde, Lady Chiyome le recordaba su antigua vida.

Cuando una de las chicas terminaba su entrenamiento, se hacía pasar por monja de altar, así que con este disfraz, eran libres de viajar sin levantar sospechas. Recibían una educación religiosa apropiada como parte de su entrenamiento para poder hacer su disfraz totalmente creíble. Sin embargo, los ninjas varones tenían que aprender técnicas para ocultarse.

Enmascarando su identidad, las Kunoichi obtenían libertad de desplazamiento casi ilimitada, que era una gran ventaja frente a los ninjas. Lady Chiyome entrenaba a sus kunoichis de manera diferente de la que eran entrenados los ninjas. Sus puntos fuertes residían en el uso de su aparente debilidad como su mayor fuerza, ello hacía que sus objetivos se confiaran y cayeran en sus trampas. Otro aspecto del entrenamiento que recibían las ninjas de Lady Chiyome consistía en aprender a usar armas que parecían ser objetos comunes, por lo que podían ser ocultadas fácilmente.

Lady Chiyome se desvaneció en la historia, pero se dice que pasó su puesto a Kosukei Ayame, quien hizo una alianza con los clanes Kurokawa y Sugitani. Más tarde Kosukei Ayame pasó su puesto a su hija Anayama.

Pelayo R., Mique, Gabriel y Jairo (2º F)

Katherine Briçonnet


Noble francesa nacida en 1494, hija de un superintendente de finanzas de Luis XI llamado Raoulette de Beaune; se casó con Thomas Bohier, ministro de fianzas de varios reyes (Carlos VII, Luis XII y Francisco I).

En 1512 su marido compra un castillo en ruinas del siglo XIII en el valle del Loria con el deseo de construir un castillo renacentista sobre los pilares de un puente sobre el río Cher. Durante la obra estalla un guerra con Italia a la que tiene que acudir dejando a su mujer como supervisora del trabajo entre 1513 y 1521.

Sera  Katherine quien tome las más importantes decisiones arquitectónicas, decidiendo el estilo y el diseño del castillo. Solo conservó el pozo y el calabozo del antiguo castillo, lo demás fue derribado o modificado; superviso la construcción de la escalera haciendo un  diseño recto y las ilumino con  aberturas que daban al río y no en espiral y oscuras como eran hasta entonces; colocó por primera vez las habitaciones a cada lado de un vestíbulo central para facilitar la atención y el servicio de los huéspedes, y baños y despensas en los ángulos del edificio formando pequeñas torres; y  una torre principal de estilo renacentista que atrae las miradas de los visitantes.

El nombre del castillo es el Castillo de Chenonceau, pero es llamado “El castillo de las Damas“ porque, al morir Katherine el 3 de noviembre de 1529, pasó por las manos de diferentes mujeres a lo largo de los siglos que lo han ampliado, conservado (Diane de Poitiers, Catherine de Medici, Louise de Lorraine) y salvado de ser destruido durante la revolución francesa (Louise Dupin). Otra lo convirtió en hospital durante la primera guerra mundial y, durante la segunda guerra mundial, sirvió de frontera entre el territorio controlado por los nazis y el territorio libre; por su puente escaparon cientos de judíos y franceses con la ayuda de una de sus últimas propietarias (Simone Menier), que abría las puertas del puente cuando no había vigilancia nazi.

Katherine creó un lema personal que fue también grabado en el castillo que dice “S`il vient á point, me souviendra” (si llego al final de esta construcción, seré recordada).

Lucía B. (2º F)

Isabel de Solís


Isabel de Solís, nombre con el que se convirtió de nuevo al cristianismo tras la conquista de Granada, la esclava cristiana que llegó a ser reina de Granada con el nombre de Zoraida.

Era una doncella hija del alcaide del castillo de la Higuera de Martos. Durante una de las luchas entre los cristianos y musulmanes de Granada, fue capturada por los nazaríes y llevada a la Alhambra. La leyenda cuenta que era una mujer muy bella y que el rey de Granada se enamoró locamente de ella.

No se tienen más noticias biográficas sobre ella, salvo que partió al exilio en 1482 con su esposo y sus dos hijos Nasr ben Ali y Saad ben Ali, quienes tomaron los nombres de Juan de Granada y Fernando de Granada.

La torre de la Cautiva en la Alhambra lleva este nombre en su recuerdo.

Indira (2º F)

Margarita de Austria


Hija de Maximiliano de Austria, archiduque del Sacro Imperio Romano Germánico, y de María de Borgoña, duquesa de Borgoña.

Se casó con Juan de Aragón y Castilla, hijo de los Reyes Católicos y heredero al trono de Castilla y Aragón con el título de Príncipe de Asturias. Hermana menor del archiduque Felipe el Hermoso, casado con Juana de Castilla, también hija de los Reyes Católicos, y de esta manera tía paterna de los hijos de estos: el futuro Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico; Fernando  de Habsburgo, que también llegaría a ser emperador de los germanos; Leonor de Austria, reina de Portugal y luego de Francia; Isabel de Austria, reina de Dinamarca; María de Austria, reina de Hungría; y Catalina de Austria, reina de Portugal.

Margarita fue comprometida en 1483 con el Delfín de Francia, luego Carlos VIII de Francia, y enviada a ese país bajo el cuidado del rey Luis X. Vivió allí diez años donde recibió primero el título de Delfina y luego, en la corte francesa y crónicas contemporáneas, el de reina de Francia, aunque nunca se casó con Carlos VIII. En 1493, Carlos VIII renunció por el Tratado de Arrás y se casó con otra heredera, de Bretaña, volviendo Margarita con su padre.

En 1497, Margarita desposó al príncipe Juan de Aragón y Castilla (1478-1497), único hijo varón y heredero de los Reyes Católicos. Su esposo murió seis meses después, dejando a Margarita embarazada. Dio a luz prematuramente una niña que no sobrevivió al parto. En 1501 se volvió a casar con Filiberto II, duque de Saboya (1480-1504), del que no tuvo hijos y que murió tres años más tarde. A pesar de que se pensó en otras posibles uniones para Margarita, ella se negó a casarse de nuevo. Por esa época su hermano Felipe el Hermoso murió trágicamente joven. Entonces fue cuando su padre le ofreció la regencia de los Países Bajos (1507-1515) y la tutela de su sobrino, el futuro Carlos V, y sus hermanos Leonor, Isabel y María por amor a la memoria de su difunto hermano.

Margarita dirigió con prudencia y sabiduría los Países Bajos, actuando como intermediaria de su padre. Negoció un tratado con Inglaterra en el que se favorecía el comercio de telas flamencas. También participó en la Liga de Cambrai (1508).

Después de 1515, Carlos V se rebeló brevemente contra su influencia, aunque prontamente la reconoció como una consejera sabia y razonable, restituyéndola en su puesto en 1519, intermitentemente, hasta su muerte. Ella negoció junto a Luisa de Saboya la llamada Paz de las Damas en 1529.

Margarita de Austria murió en Malinas, después de declarar heredero único y universal a su sobrino Carlos V y I de España. Está enterrada en el monasterio de Brou en Bourg-en-Bresse, Franco Condado.

En su tiempo fue considerada, junto con Ana de Bretaña, Luisa de Saboya y Catalina de Aragón, una de las mujeres más inteligentes de la realeza europea.

Llara A. y Covadonga (2º F)

Lucrecia Borgia


PEQUEÑA BIOGRAFÍA
Lucrecia Borgia es hija del poderoso renacentista valenciano, que más tarde se convirtió en el papa Alejandro VI. Lucrecia también tenía dos hermanos de sangre y otros de parte de padre. Su hermano César Borgia, destacó por unos rumores de que Lucrecia estaba embarazada de él.

Lucrecia Borgia nació el 18 de abril de 1480, y murió en Ferrara, el 24 de junio de 1519.

MATRIMONIOS DE LUCRECIA BORGIA
El padre de Lucrecia concertaba con seguridad los casamientos de Lucrecia con hombres importantes de la época, siempre con las familias de gran poder y ambiciones políticas.

Su primer matrimonio fue con Giovanni Sforza. La familia Borgia tenía el fin de obtener una poderosa alianza con la familia milanesa.

Al poco tiempo, la familia Borgia no tenía necesidad de los Sforza; el papa necesitaba alianzas mucho más ventajosas, motivo por el cual ordeno su asesinato.

SURGIÓ UNA SEGUNDA BODA
César y Alfonso de Aragón tuvieron un encuentro y César quedo muy impresionado por él y su aspecto. Además, la boda con él suponía una alianza muy beneficiosa para los Borgia. Se casaron, pero con el tiempo, dicha alianza se volvió totalmente adversa. César mandó matar a Alfonso una noche del año 1500, quedando herido. Los hombres de Alfonso, en venganza, dispararon a César con sus arcos mientras caminaba por su jardín. El matrimonio tuvo un hijo que murió con 13 años de edad.

Al final César logró separar a su hermana y a Alfonso; un hombre de confianza de César mató a Alfonso.

TAMBIÉN HUBO UNA TERCERA BODA
Después de un año de la muerte de Alfonso, Lucrecia pasó a ser la administradora de la iglesia y de la Santa Sede. Se casó con un vástago de la familia D`Este, duques de Ferrara. La familia de este se mostró claramente en contra, pero los Borgia insistieron y, con su poder y su dinero, consiguieron su objetivo. En 1505 muere el padre de Alfonso por lo que Lucrecia pasa a ser duquesa de Ferrara.
En 1512 murió el hijo de Lucrecia, una muerte que entristece enormemente a Lucrecia y se fue durante un tiempo a un convento.

MUERTE DE LUCRECIA
El 14 de junio dio a luz a un octavo hijo, que falleció en el parto, y Lucrecia murió de fiebre puerperal diez días después. Fue enterrada en el monasterio del corpus Domini.

Estela (2º F)

María de Molina


Conocida como María de Molina, señora de Molina, hija del infante Alfonso de Molina y de su tercera esposa, Mayor Alfonso de Meneses, fue reina consorte de Castilla por su matrimonio con Sancho IV de Castilla.

Contrajo matrimonio en junio de 1282 en la Catedral de Toledo con su sobrino el infante Sancho, que posteriormente reinaría en Castilla con el nombre de Sancho IV de Castilla.

Los comienzos del matrimonio con el infante Sancho fueron conflictivos, pues el matrimonio no contaba con la imprescindible dispensa pontificia, debido a un doble motivo, ya que por un lado existían lazos de consanguinidad en tercer grado entre los contrayentes, y además existían unos esponsales previos contraídos por el infante Sancho, aunque nunca fueron consumados, con Guillerma de Montcada. El matrimonio fue considerado nulo al principio y, por tanto, todos los hijos nacidos fueron considerados ilegítimos. Por todo ello, se sostuvo que habían cometido incestas nuptias, excessus enormitas y publica infamia, y fueron excomulgados por el Papa. En 1283 nació su hija primogénita en Toro, la infanta Isabel de Castilla.

En abril de 1284, el infante Sancho y su esposa recibieron en Ávila la noticia de que había fallecido en la ciudad de Sevilla Alfonso X, y la de que en su testamento, el difunto rey, desheredaba a su hijo Sancho en favor de su nieto, Alfonso de la Cerda. Al día siguiente, Sancho IV y María de Molina, terminados los funerales en memoria de Alfonso X, cambiaron los ropajes de duelo por brillantes paños de oro reales, y Sancho IV fue proclamado soberano de Castilla, haciendo reconocer como reina a María de Molina, y a su hija, la infanta Isabel de Castilla, como heredera al trono. Posteriormente se dirigieron a la ciudad de Toledo donde tendría lugar la coronación en su catedral. A primeros de mayo entraron en la ciudad y fueron coronados monarcas de los reinos de Castilla, de Toledo, de León, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén y del Algarve.

En la ciudad de Sevilla permanecían la mayor parte de los leales a Alfonso X, entre ellos el infante Juan de Castilla, hermano de Sancho IV, a quien Alfonso X había legado en su testamento los reinos de Badajoz y Sevilla, de los que no llegó a tomar posesión. Sancho IV se mostraba inquieto ante el apoyo que Juan Núñez I de Lara, magnate del reino, prestaba a Alfonso de la Cerda, por lo que se propuso capturarlo, aunque la dificultad estribaba en que el señor de la Casa de Lara se hallaba respaldado por el rey de Francia, que apoyaba a sus sobrinos.

Por su parte, la reina deseaba conseguir la dispensa pontificia que legitimase su matrimonio y a sus futuros hijos, algo que el pontífice Nicolás IV no le concedió. En 1284 se inició una guerra entre Francia y Aragón, pero Castilla no se involucró, ya que se encontraba inmersa en una guerra contra los musulmanes del sur de la península. En 1285 la situación cambió debido a que en el mismo año fallecieron Pedro III de Aragón, el papa Martín IV, y el rey Felipe III de Francia. A finales de este mismo año había nacido en Sevilla el infante Fernando, que llegaría a reinar en Castilla y León con el nombre de Fernando IV de Castilla.

Aprovechando la subida al trono de Francia de Felipe IV, Sancho IV envió a la corte francesa a Gómez García, su privado, para solicitar al nuevo monarca francés que intercediese por él ante el nuevo Papa, a fin de conseguir la dispensa que legitimase su matrimonio con la reina María de Molina. Sin embargo, el propósito de Felipe IV era que el rey repudiase a María de Molina y que se casara con una hermana suya​.

Sergio (2º F)

Razia Sultán


Razia Sultán también es conocida como Radiyya o Raziyya. Nació en  1205 en Badaun, India, y falleció el 13 de octubre de 1240,  en Delhi, India. Fue sultana del sultanato de Delhi. Ella sucedió a su padre, Iltutmish Shams-ud-din, en el año 1236, el cual se convirtió en el primer sultán en nombrar a una mujer como sucesora.

Fue la primera y última gobernante femenina del sultanato de Delhi, ya que su hermano había sido criado como un sucesor, pero había muerto prematuramente. Su hermano pequeño, Rukn ud din,  subió al trono el 30 abril de  1236,  pero su reinado fue muy corto ya que lo asesinaron el 9 de noviembre 1236 junto a su madre.

Mientras duró el cargo de Razia Sultán, logró mantener a los nobles bajo control, y el apoyo del ejército y de la población.

FAMILIA
Su padre era Iltutmish, soberano del sultanato de Delhi y tercer miembro de la dinastía de los esclavos.
Su madre se llamaba Qutub Begum.
Tuvo dos hermanos uno de los cuales se llamaba  Rukn ud din.

ALGO MÁS SOBRE ELLA
El reinado de Rukn ud din fue muy corto. Rukn ud din se dedicó a la búsqueda del placer personal y del libertinaje, provocando la indignación de la ciudadanía.

Fue una gobernante eficiente y poseía todas las cualidades de una monarca.

Cuando era niña y adolescente, Razia había tenido poco contacto con las mujeres del harén, así que no había aprendido el comportamiento habitual de las mujeres en la sociedad musulmana.

Lucía M., Marcela y Leonor (2º F)

Tomoe Gozen


Se cree que nació en el año 1157 y murió en el año 1184. Es una suposición porque no se sabe a ciencia cierta. Fue una de las pocas guerreras samurái o onna burgeisha de las Guerras Gepei (1180-1185).

Según “El cantar de Heike”: Tomoe era hermosa de piel blanca y pelo largo, también era una gran arquera y espadachina a caballo o a pie, también era una gran domadora de caballos. Tomoe  significaba círculo perfecto.

En 1184 un enfrentamiento entre los clanes Taira y Minamoto, tomó Kioto tras ganar la batalla de Kurikawa. Finalmente, el clan Minamoto venció, lo que  provocó que el emperador declarara a su esposo, Minamoto Noyorytomo, enemigo del Estado y lo mandara ejecutar. Según algunas fuentes, Tomoe moriría en la batalla de Awazu en 1184, donde también moriría su esposo.

El cantar de Heike asegura, no sólo que Tomoe fue una de los cinco kiso que permanecieron con vida al final del duelo, también explica que Tomoe no era esposa de Yoshinaka, sino sólo una asistente. Otras fuentes aseguran que Tomoe fue derrotada por Wada Yoshimori y se convirtió en su esposa, y convirtiéndose en monja tras la muerte de este.

“El cantar de Heike” es considerado como hechos verdaderos por los historiadores.

Nicolás, Joseba, Iyán y Pelayo G. (2º F)

Urraca, reina de Navarra y de Asturias


DATOS PERSONALES
Nombre en español: Urraca de Castilla
Nacimiento: 1133 Pelúgano, España
Fallecimiento: 1179 Palencia, España
Lugar de sepultura: Capilla de Sagrario de la catedral de Palencia, España
Nacionalidad: Reino de Castilla
Religión: Catolicismo

BIOGRAFÍA
Urraca, la hija ilegítima del rey Alfonso VII de León, fue reina consorte de Pamplona por su matrimonio con el rey García Ramírez. Después de enviudar, volvió a su tierra donde gobernó hasta 1165 y con su segundo esposo, el magnate Álvaro Rodríguez de Castro, se sublevó contra su medio hermano el rey Fernando II y protagonizó un intento de independencia de Asturias.

REINA DE ASTURIAS Y SEGUNDO MATRIMONIO
Después de seis años de matrimonio, falleció en 1150 el rey García Ramírez de Pamplona y la reina viuda regresó entonces a su tierra natal. Su padre le concedió el gobierno de Asturias, con título de reina, título que Alfonso VII había concedido a su hermana, la infanta Sancha Raimúndez, y a sus hijos Sancho y Fernández.

En Oviedo tuvo como residencia el palacio de Alfonso de Casto que se hallaba junto a la catedral de Oviedo Su padre le dio propiedades, entre ellas el señorío de Aller. La reina Urraca gobernó Asturias entre los años 1153 y 1165, es decir, conservó el poder aún después de la defunción de su padre, acaecida en 1157.

Llara P., Lucía A. y Carla (2º F)

sábado, 9 de febrero de 2019

Juana de Arco, la doncella de Orleans


Nació en Douremy, pequeño poblado de Francia, el 6 de enero de 1412; su padre era campesino, llamado Jacques d’Arc.

Su infancia transcurrió en un ambiente rural; se cree que nunca aprendió a leer ni a escribir.

Gran devota de la Virgen María, su madre Isabelle hizo que Juana sintiera una profunda fe religiosa y dedicara tiempo a sus prácticas religiosas.

Tenía 14 años cuando dice que empezó a recibir “llamadas divinas” o “voces” que la llamaban: el Arcángel San Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita.

Decía que esas voces le daban órdenes, que debía formar parte de la salvación de su nación.

Contaba esto con tanta insistencia que un tío suyo la llevo a un comandante para que se lo contara, pero no la creyó y regreso al poblado.

Juana había profetizado sobre una derrota que sufriría Francia y, al cumplirse la profecía, el comandante la envió ante el rey.

El rey comenzó a confiar en ella y Juana le contaba las cosas que le decían las “voces”.

Las cosas en Francia estaban muy mal políticamente y, además de una invasión por parte de los ingleses, era impensable que una ciudad como Orleans cayera en manos de los ingleses; esas “voces” la impulsaban a ayudar al Delfín, más tarde rey de Francia Carlos VII. Juana le convenció de que tenía la misión divina de salvar a Francia; se le concedieron tropas bajo su mando, con las que llevó al ejército francés a una victoria decisiva sobre los ingleses en Patay, y a liberar Orleans. Gracias a las victorias de Juana, el 17 de julio de 1429 Carlos VII fue coronado rey de Francia.

Juana unió a los franceses, pero Carlos VII no quiso realizar campaña militar contra Inglaterra.

Sin su apoyo, en 1430 Juana dirigió una operación militar contra los ingleses en Compiegne, cerca de Paris. Fue capturada, entregada a los ingleses y juzgada por un tribunal eclesiástico en Ruán acusada de herejía y brujería.

Fue interrogada durante 14 meses y acusada de maldad por vestir ropas masculinas y de herejía por creer que era la responsable ante Dios y no ante la Iglesia Católica; la condenaron a muerte pero al reconocer sus errores y arrepentirse se le cambió la condena a cadena perpetua.

A su regreso a prisión volvió a vestirse como un hombre para protegerse de sus carceleros y fue condenada a morir en la hoguera el 30 de mayo de 1431 en la Plaza del Mercado Viejo de Ruán y sus cenizas fueron arrojadas al río Sena.

Su dolorosa muerte fue descrita así: “la ataron a un poste y la quemaron lentamente, murió rezando mientras miraba un crucifijo y se encomendaba a Jesucristo e invocaba al Arcángel Miguel, nombró tres veces a Jesús y entregó su espíritu”.

Su estancia en la cárcel supuso muchas humillaciones, y llegó a decir: “esta cárcel ha sido para mí un martirio tan cruel como nunca había imaginado que pudiera serlo”.

Destacar que en aquella época era habitual acusar de brujería a toda mujer que no resultara “conveniente”.

La acusaron de que todas aquellas victorias eran cosa de brujería, y aunque solicitó que la llevaran ante el Papa, no le hicieron llegar su petición.

Su juicio estuvo lleno de irregularidades; el tribunal estaba compuesto solo por sus enemigos políticos, militares y eclesiásticos.

Tenía apenas 19 años, pero dejó atrás una apasionada vida de honor, entrega y fe en nombre de su patria.

Se cuenta que tras su muerte, personas que regresaban a sus casas comentaban: “hemos mandado quemar a una Santa”.

Juana de Arco fue una heroína y santa francesa; fue beatificada el 18 de abril de 1909 y declarada Santa en 1920 por el Papa Benedicto XV.

También fue nombrada Santa Patrona de Francia.

La importancia de Juana de Arco fue la de liberar a su país de invasores extranjeros, llevando a miles de soldados a la batalla aunque ella no tenía entrenamiento militar.

Legitimó la corona francesa y sentó las bases del nacionalismo francés.

Fue una de las figuras más importantes de la Guerra de los Cien Años en la que se vieron implicadas dos grandes potencias como Inglaterra y Francia, enfrentadas por cuestiones sucesorias y problemas territoriales.

Será recordada como heroína nacional por los franceses, como mártir y como Santa por la iglesia, ya que sacrificó su vida sin renunciar a sus creencias.

El mito de Juana de Arco comienza durante su juicio, que fue considerado una de las farsas más sobrecogedoras de la historia.

Andrea G. (2º F)