María Manuela de Portugal fue Infanta de Portugal por
nacimiento y Princesa de Asturias por su matrimonio con el entonces príncipe
Felipe, futuro Felipe II. Era hija de Juan III el Piadoso y Catalina de Austria,
hermana de Carlos I de España y V de Alemania.
Nació en 1527 en la ciudad de Coimbra. Fue la segunda de
los nueve hijos nacidos del matrimonio ente Juan III de Portugal y Catalina de
Austria.
Viajó
a España para casarse con el Príncipe de Asturias, heredero de la corona española que reinó más tarde con
el nombre de Felipe II, quien era su primo.
La
ceremonia tuvo lugar en Salamanca, en
cuyo límite la esperaban personalidades de la ciudad para acompañarla en la
ostentosa y magnífica entrada. El príncipe se adelantó también como en otras
poblaciones, y perfectamente disfrazado se asomó a un balcón de la casa del
doctor Olivares para ver una vez más a la infanta.
El 14 de noviembre de 1543 se celebraron los
esponsales, por la noche, dando a los esposos la bendición nupcial el arzobispo
de Toledo. A las cuatro de la mañana se celebró la misa de velaciones, y todo
el día y varios de los siguientes se invirtieron en fiestas y torneos. Después
de visitar los establecimientos públicos, los príncipes se dirigieron a
Tordesillas a besar la mano a la abuela de ambos, la reina Juana I de Castilla.
La melancólica reina se mostró muy complacida de ver y abrazar a sus nietos, y
dice la historia que los hizo danzar en su presencia.
María Manuela dio a luz a su único hijo, el infante
Carlos el 8 de julio de 1545 y, pocos días después, murió sin llegar a ser
reina de España.1 Fue enterrada el 30 de marzo de 1549 en la Capilla
Real de Granada, junto a los infantes Don Juan y Don Fernando, hijos del
emperador Carlos V, si bien posteriormente sus restos fueron trasladados al
Panteón de los Infantes de la Cripta Real del Monasterio de El Escorial.
Adina (2º F)